
Asier Polo violonchelo
Miguel Borges piano
ENRIC GRANADOS (1867 – 1916)
De la ópera Goyescas
“Intermezzo” (Transcripción Gaspar Cassadó)
“Quejas o La maja y el ruiseñor” (Transcripción Frank Marshall)
CÉSAR FRANK (1822 – 1890)
Sonata para cello y piano en la Mayor
(Transcripción Jules Delsart)
I. Allegretto ben moderato
II. Allegro
III. Recitativo-fantasía: Ben moderato
IV. Allegretto poco mosso
Goyescas, es una ópera inspirada en las suites para piano solo llamada con el mismo nombre. El Intermezzo es una pieza instrumental incluida en la ópera como nexo de unión entre diferentes escenas. Es la última composición de Granados, en la cual mezcla diferentes temas procedentes de la ópera, incluyendo una jota (en honor al origen aragonés de Francisco de Goya) en la sección intermedia de la obra. Volviendo siempre a la danza y a las melodías y textos populares como centro de inspiración.
En la Maja y el ruiseñor, nos encontramos con un aria lírica y pasional donde el ruiseñor canta sus quejas amorosas durante la noche, solitario y oculto y tintado de tristeza. La versión que ofrecemos es un arreglo realizado por el alumno de Granados, Frank Marshall, seguramente para el dúo formado por su alumna Alicia de Larrocha y el violonchelista Gaspar Cassadó.
Durante los años que pasó en París, Granados tuvo ocasión de conocer la obra de compositores como César Franck, Camille Saint Saëns, Claude Debussy, Gabriel Fauré o Isaac Albéniz. Influencias que se ven reflejadas, sobre todo, en las armonías de sus composiciones, si bien manteniendo siempre su propia esencia romántica y su inspiración en el folclore de su país.
Si habitualmente la música tiene una de sus fuentes de inspiración en la literatura, en muchas otras ocasiones el proceso es a la inversa. Con la sonata para cello y piano de César Franck, tenemos un claro ejemplo. Gabriel García Márquez, en su obra póstuma “Memoria de mis putas tristes”, utiliza esta música como banda sonora de la historia, situando a su protagonista en un concierto donde se está interpretando esta obra y sentirá tal emoción… que no le importaría morir entonces, con los últimos compases del allegretto poco mosso” con el que finaliza la sonata.