Gwendoline Blondeel soprano
Mathilde Ortscheidt mezzosoprano
Julien Behr tenor
Camille Delaforge dirección musical
WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756 – 1791)
Die Schuldigkeit des ersten Gebots KV 35 (drama sacro), W. A. Mozart
Sinfonia: Allegro
Recitative: Die löblich’ und gerechte Biete
Aria n°1: Mit Jammer muß ich schauen
Recitative: So vieler Seelen Fall
Aria n°2: Ein ergrimmter Löwe brüllet
Recitative: Was glaubst du
Aria n°3: Erwache, fauler Knecht
Recitative: Er reget sich
Recitative: Wie, wer erwecket mich?
Aria n°4: Hat der Schöpfer dieses Leben
Recitative: Daß Träume Träume sind
Recitative: Ist dieses, o so zweifle nimmermehr
Aria n°6: Schildre einen Philosophen
Recitative: Wen hör’ ich nun hier
Aria n°7: Manches Übel
Trio: Laßt mir eurer Gnade Schein
Es una de las primeras obras de Mozart y su primera ópera, escrita a la edad de 11 años en colaboración con su padre. Concebida originalmente en tres partes auto-conclusivas, solo la primera fue escrita por el genio de Salzburg; fueron Michael Haydn y Anton Cajetan Adlgasser los encargados de completar las restantes, hoy en día menos conocidas y no conservadas. Esta primera parte fue interpretada por vez primera el 12 de marzo de 1767 en la Sala de los Caballeros del Palacio Arzobispal de Salzburgo. Cuenta la leyenda que el arzobispo, queriendo asegurarse del talento del pequeño músico, lo aisló bajo su supervisión mientras escribía la obra. El autógrafo, en el que se pueden encontrar huellas de las intervenciones paternas, se conserva en la Biblioteca Real del Castillo de Windsor.
Se evidencia en este drama sacro la estrecha conexión que une a Mozart con su padre, y se nos invita a presenciar un auténtico puente entre los universos barroco y clásico. Somos testigos además del excepcional talento del compositor y su temprana pasión por la música operística, caracterizada por su cautivadora esencia dramática.
A pesar de tratarse de una obra sacra, considerada en ocasiones erudita y poco accesible, “Die Schuldigkeit des ersten Gebots” destaca por su gran poder para conectar con las emociones de quien la escucha, gracias al uso de atractivos recursos compositivos. Il Caravaggio plantea con su interpretación revivir el entusiasmo y la emoción de aquello que se crea para ser compartido en familia.